Cada vez que visitamos unas instalaciones de Ikea nos perdemos en sus pasillos y no dejamos de ver objetos y decoraciones atrayentes para el consumidor. Parece que todo es espontáneo, pero nada más lejos de la realidad.

Todo está planificado en este gran comercio de venta de muebles. Desde los empleados, formados específicamente para desarrollar su función, hasta la decoración y el orden en que visitamos su exposición.

Si quieres que tu empresa se acerque a los niveles de éxito de la comercial sueca de muebles, no dejes de leer nuestra publicación. Te desgranamos las claves que hacen de esta franquicia una de las más exitosas del mercado actual.

Historia de Ikea

La multinacional fue creada en 1943 por Ingvar Kamprad, un joven sueco que comenzó su andadura profesional vendiendo artículos por correo.

Kamprad comenzó vendiendo productos pequeños cuya adquisición al por mayor le resultaba barata, y le permitía obtener ganancias al venderlos después individualmente a precios económicos. Aunque los beneficios no fueran muy amplios, estos iban creciendo a medida que lo hacían los consumidores que los adquirían.

En 1951 Kamprad edita su primer catálogo de IKEA y dos años después organiza la primera exposición de productos de esta empresa, en su mayoría muebles. Esto era solo el comienzo del éxito que a este granjero del sur de Suecia le esperaba en su recién creada empresa.

Claves del éxito de la marca

Hace 3 años, en 2012, Anders Dahlhvig, presidente de Ikea en ese momento, publicaba un libro en el que desgranaba cuáles eran algunos de los motivos del éxito de esta empresa.

El ejemplar, titulado «Cómo hacemos las cosas en Ikea», profundiza en la filosofía y la manera de desarrollar un negocio que ya suma más de 70 años de experiencia.

A continuación exponemos algunas de estas claves de éxito que te pueden ayudar a la hora de desarrollar el funcionamiento de tu negocio.

Cultura corporativa sólida

La idea consiste en lograr crear en los empleados un sentimiento de pertenencia a un grupo. En este sentido, desde Ikea, también incentivan el compañerismo y la igualdad entre directivos y empleados.

Aluden a la simplicidad en el comportamiento. Esto supone que todos, desde los altos cargos hasta el que monta los productos se relacionen de la misma forma, coman en el mismo lugar y se llamen por su nombre propio.

Por otro lado también tratan de trabajar el sentido de la propiedad. Intentan que los empleados se impliquen y sientan como suyo el negocio. De este modo logran que el trabajador desarrolle con ello un sentido de ambición que les permita desarrollar mejor el crecimiento del negocio.

Para ello, dejan a los empleados que propongan los cambios que consideran necesarios para mejorar el funcionamiento.

Diseño y conciencia de los costes

Dado que una de las características principales de la multinacional son los precios bajos, la conciencia de mantenerlos es necesaria para mejorar la imagen de la misma. Su objetivo es permitir que aquellas personas con un nivel económico limitado puedan adquirir productos de diseño.

Se pueden mantener los precios económicos, si se adaptan con los materiales de producción adecuada, sin renunciar a la exclusividad en el diseño. Por tanto, la belleza y los bajos precios no están reñidos en esta empresa.

Otro de los puntos que influye en este hecho es que los productos de IKEA son fabricados por su propia marca.

No tienen que comprar a proveedores, lo que les permite tener un margen de beneficio mayor y a la hora de poner los precios pueden ajustarse más que otros que adquieren el producto de fuera. Poder crear una marca propia es importante.

La diversidad en el negocio

Su filosofía es que para comprender a los clientes, de distintas clases sociales, la plantilla debe reflejar esa misma imagen. Debido a esto y dado que el 70% de los consumidores de Ikea son mujeres, estas juegan un papel muy importante en la empresa.

Lo mismo ocurre con el resto de estratos sociales y raciales. Todos tienen cabida en las tiendas de Ikea, y también, y aún más importante, en los despachos de la empresa. Es precisamente en estos últimos donde se toman las decisiones.

Para la empresa sueca es mucho más productivo que haya diversidad en las reuniones que el hecho de que las personas que asistan a ellas pertenezcan a una misma clase social.

Reconocimiento del trabajo bien hecho

En IKEA son conscientes de que deben motivar a sus trabajadores. Por ello tratan de incentivarlos con la posibilidad real de ascender en la empresa y poder ocupar un puesto mejor.

Aglutinan todos sus productos en un mismo punto

Cuando visitamos una tienda de IKEA, vamos preparados para encontrar todo lo que podamos necesitar para nuestro hogar.

Este sistema de venta, a través de la exposición, hace que los productos capten nuestra atención visual y que en poco tiempo podamos imaginar como quedaría un objeto en nuestra propia casa.

En relación al tiempo, cada vez más valioso en nuestra sociedad, es un punto estratégico situar todo lo que el cliente pueda desear en un mismo lugar. El hecho de que lo puedas encontrar todo en el mismo sitio hace que la compra sea más rápida y eficaz.

Su filosofía de “Pasar un día fuera”

La cafetería y el restaurante, la sala de bolas para niños y otras actividades que se ofrecen en las tiendas Ikea, cambian la idea tradicional que tenemos de ir de compras.

Más que una tarde de consumo, lo que se pretende con estos servicios es que las familias u otros clientes puedan pasar un día o una tarde diferente.

La estrategia de mercado

La apertura de una una nueva tienda de IKEA se convierte hoy en día en todo un acontecimiento social. Años atrás existía el miedo de los pequeños comercios a que les robasen la clientela. Actualmente esto ya no ocurre.

Una nueva apertura genera multitud de puestos de trabajo, esto hace que la gente este contenta y la empresa sueca obtenga incluso más publicidad de una forma gratuita.

Gran ambición social y valores muy sólidos

Una multinacional como IKEA, ha de ser consciente de su influencia en las personas que componen nuestra sociedad. Por este motivo, desde la empresa están muy concienciados con la imagen que deben dar y con la necesidad de contribuir a mejorar la sociedad actual.

Esto les proporciona una fidelización de los clientes. Cuando estos sienten que sus propios valores se reflejan con los de la empresa, acuden más contentos y más tranquilos a comprar.

En este sentido, desde Ikea tienen muy claro qué es lo que más acerca a las personas. Valores como la igualdad, el respeto y la justicia forman parte de la filosofía de esta empresa.

Para lograr esto es necesario que la empresa cuente con un propietario comprometido. En el caso de IKEA Ingvar Kamprad tiene muy claro este punto y por ello ha luchado por mantenerlo desde su inicio hasta hoy.

Ahora ya conoces un poco mejor la mecánica y filosofía de trabajo de esta multinacional sueca. En cualquier caso, y aunque no debes dejar de ser persistente en tu empeño, hay que tener en cuenta que este éxito no es trabajo de poco tiempo.

Como decíamos al principio del post, la historia de esta tienda de muebles se remonta a varias décadas atrás. Esto nos demuestra que hay que tener paciencia y no dejar de perseverar en el intento, pero es muy importante seguir el camino adecuado.

En tugesto somos Punto de Atención al Emprendedor y por ello te aconsejamos que nos visites. Podemos darte ideas y ayudarte en tu iniciativa empresarial para que puedas desarrollarla por el mejor camino posible.

A continuación te dejamos otro ejemplo de empresa de éxito, Primark, cuya presencia no deja de crecer a nivel mundial. Esperamos que todas estas claves te sean de utilidad.