Últimamente empieza a haber una conciencia social sobre cuestiones que hasta hace poco pasaban desapercibidas como la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD). El hecho de que imágenes, datos personales y, en definitiva, nuestra privacidad circule por Internet, y ésta pueda verse amenazada, está cobrando cada vez más relevancia entre los ciudadanos.
Esta realidad empieza a resultar inquietante e intrusiva ya que, si no hay un buen tratamiento de datos, se incumple el artículo 18 de la Constitución Española, donde se explica que se limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.
La concienciación social ya está provocando numerosos cambios legislativos como la gestación de una normativa común europea en protección de datos, debates sobre los distintos usos de los datos personales o denuncias de todo tipo. Un ejemplo reciente de como la legislación se va adaptando es la aprobación del derecho al olvido en Internet o el cumplimiento de la ley de cookies que ha hecho que todas las empresas deban adaptarse.
Google, el buscador por excelencia de la red de redes, lleva años con polémicas sobre sí cumple o no con la Ley Orgánica de Protección de Datos. En España, la AEPD, (Agencia Española de Protección de Datos) ya ha investigado a la multinacional (Google España) porque a través de un estudio han encontrado numerosas irregularidades.
¿Qué sanciones salpican al buscador por excelencia Google?
La sanción que se presentó a principios de 2014 por la AEPD fue por tres infracciones consideradas graves por la LOPD, la cual apuntaba que:
- Google recopilaba información personal a través de casi un centenar de servicios y productos que ofrece en España pero sin proporcionar una información adecuada sobre qué datos se recogen, para qué fines se utilizan y sin obtener un consentimiento real de los usuarios.
- La multinacional hacía un tratamiento desproporcionado de los datos de los usuarios. Con la nueva política de privacidad se combina la información personal recogida en distintos servicios para emplearla en múltiples finalidades que no se determinan con claridad, vulnerando la prohibición de utilizar datos para fines distintos de aquellos para los que han sido recabados. De esa manera, el usuario no es consciente de las acciones de la empresa y pierde el control sobre la capacidad de decidir. Por ejemplo, la creación de una cuenta de Gmail, supone automáticamente la aparición en su red social Google +.
- La empresa norteamericana realizaba una conservación de datos por tiempo indeterminado o injustificado que está penalizado por la Ley Orgánica de Protección de Datos.
La denuncia se produjo a principios de 2014, tras el inicio de una investigación que acordó la AEPD en el marco de una acción coordinada con las Autoridades de Protección de Datos de Alemania, Francia, Holanda, Italia y Reino Unido. El estudio y análisis vino determinado por el cambio que realizó el buscador, el cual, modificó su política de privacidad y las condiciones de uso de la mayoría de sus servicios en marzo de 2012.
Ni las grandes multinacionales como Google se salvan de las multas si no cumplen con la LOPD. En la actualidad, Google sigue infringiendo algunas de las leyes que recoge la LOPD. Por ejemplo, Google guarda ficheros con datos de carácter personal en sus servidores de índices y en las cachés, incumpliendo la ley y responsabilizando de la exposición de datos a todos los sitios de Internet que han contribuido a que tu información vaya circulando.
El dilema es que si Google ha nacido con la finalidad de almacenar datos para proporcionar servicios a los internautas también debería abogar por cumplir las garantías que marca la Ley Orgánica de Protección de Datos para salvaguardar la privacidad de sus usuarios.