La protección de los datos personales cobra una importancia especial en el mundo actual donde vivimos. La inevitable revolución tecnológica ha modificado nuestro modus vivendi, manifestando un uso diario de Internet en diferentes dispositivos: móvil, ordenador, tablet… Muy cerca del uso de la tecnología se encuentra el sujeto que se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima, y es entonces, el momento justo donde se desarrolla la suplantación de identidad digital y no digital.
¿Qué es la identidad?
Todos los seres humanos estamos dotados de unos derechos y unas obligaciones, todo ello por el simple hecho de nacer dentro de un territorio nacional, dichos beneficios son otorgados por el Estado.
Es nuestra responsabilidad corresponder al beneficio procurando estar en verdadero control de nuestros datos personales.
La identidad, en concreto, es un beneficio otorgado por el Estado.
Éste es el encargado de generar documentos oficiales que acrediten nuestros datos personales.
Por ello, cada uno de nosotros cuenta con documentación que acredita nuestra nacionalidad, lugar y fecha de nacimiento y número de control dentro de los registros estatales.
¿Qué es la suplantación de identidad?
La suplantación de identidad es aquella acción por la que una persona se hace pasar por otra para llevar a cabo actividades de carácter ilegal como por ejemplo solicitar un crédito o un préstamo hipotecario, contratar nuevas líneas telefónicas pasándote por otra persona o realizar ataques contra terceras personas.
Se trata de una de las actividades ilícitas que más ha incrementado en los últimos años. Son muchas las personas que se han visto inmersas como víctimas en situaciones así.
De hecho, Yolanda García, Coordinadora del Grado de Derecho y del Máster Universitario en Abogacía y Práctica Jurídica de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), asegura que «las denuncias por suplantación de identidad se han incrementado en más de un 200% en el caso de sectores como el del suministro y comercialización de energía y agua y más de un 90% en el caso de las telecomunicaciones.»
Motivos del incremento de delitos de suplantación de identidad
Hoy en día, la delincuencia busca diversas situaciones que pueden ser bien aprovechadas para cometer delitos o simplemente perjudicar a otra persona. Una muestra de ello, es la suplantación de identidad, fenómeno que ha retomado fuerza por los siguientes motivos:
- Nuestra vulnerabilidad y exceso de confianza. Esto sucede cuando simplemente a través de la telefonía aceptamos proporcionar cualquier información que nos solicitan, sin pensar que puede tratarse de un sujeto que utiliza dicha confidencialidad para obtener beneficios económicos o patrimoniales que son fruto de nuestro esfuerzo.
- La alta rentabilidad del ilícito y la dificultad de atrapar a sus responsables. Los malhechores tienen gran ingenio para cometer sus fechorías y para conseguir enormes cantidades de dinero. Tan sólo basta, por ejemplo, con robar los bolsillos o carteras para conseguir identificaciones personales, tarjetas bancarias… o con apoderarse de tu documentación financiera.
- La socialización del uso de Internet y el incremento de las transacciones electrónicas.
¿Cómo prevenir la suplantación de identidad?
Siguiendo el sabio refrán “más vale prevenir que curar” vamos a proporcionaros una serie de pautas o consejos para prevenir o evitar la suplantación o robo de identidad.
- No compartas información personal ni financiera, es confidencial y debes manejarla con reservas. Proporcionar tus claves a amigos, tu pareja o familiares, para comprobar alguna transacción, puede ser un riesgo porque no sabes en qué equipo ingresarán tus datos.
- Asegúrate que las páginas en que introduces tus datos tengan certificados de seguridad, el prefijo «https://» que indica que están respaldadas y cuentan con candados para manejar tu información bancaria.
- Revisa los estados de cuenta de tus instrumentos financieros, no dejes pasar ninguna irregularidad por más pequeña que sea.
- Conserva los comprobantes digitales de los diferentes tipos de transacciones en línea, generalmente cuando realizas una compra te llega una notificación a tu correo.
- En caso de extravío de tus documentos de identificación, levanta una denuncia ante las autoridades.
- No proporciones información comercial o personal en encuestas telefónicas.
- Ten cuidado en el manejo de documentos personales y financieros. Evita dejarlos al alcance de cualquiera, aún dentro de tu casa.
- Ten especial cuidado con documentos que tengan tu firma personal y huella digital.
- Ten cuidado cuando hagas compras en línea. Siempre revisa los símbolos de seguridad de la página cuando compres en línea. Además, es mejor que tengas una tarjeta de crédito específicamente para realizar compras en línea. Así será fácil cancelarla si algo malo sucede y aún podrás usar la tarjeta que utilizas “en la vida real” sin mayores problemas. No guardes tu información en ninguna página, incluso las de compras. Aunque te parezca conveniente, tienes mucho que perder si alguien hackea la página. Evita utilizar tus medios de pago en lugares de dudosa reputación o que no estén debidamente establecidos.
- Utiliza una buena contraseña y PIN. Escoge palabras y números que nadie podría adivinar, incluso si esa persona supiera tus otros datos personales. También puedes utilizar palabras o números que te sean conocidos, pero codifícalos de manera que sea difícil descifrar tu contraseña. O tira de mecanismos como el reconocimiento facial para desbloquear tus apps o móvil. Usa métodos como el código de Vigenère. Incluso existen programas en línea que generan contraseñas casi imposibles de descifrar o quebrar. Lo importante es que nunca uses una misma contraseña. Además, es una gran idea que empieces a tener los siguientes hábitos:
- No uses la misma contraseña en todas tus cuentas. Varía tus contraseñas de cuenta a cuenta.
- Evita tener un PIN que sea fácil de adivinar, como fechas de nacimiento, secuencias numéricas comunes, números de teléfono, tu cédula de identidad, etc.
- Las mejores contraseñas contienen letras mayúsculas y minúsculas, números y otros caracteres. Además, contienen al menos 8 caracteres.
- Nunca guardes tus contraseñas.
- Protege tu ordenador. Muchos criminales utilizan softwares muy avanzados, como un spyware o keylogger para obtener información personal, como las contraseñas y nombres del usuario sin el consentimiento del mismo. La mejor manera de evitar que uno de estos programas infecte tu ordenador es mantener actualizados tu firewall, antivirus y antispyware. Si no sabes qué es lo mejor para tu ordenador, llama a tu tienda de electrónica para que te den consejos.
- Evita introducir tu usuario y contraseña en links extraños que te lleguen por correo electrónico. Para estafar a la gente, una persona envía correos electrónicos aparentemente inocuos a la víctima haciéndose pasar por una compañía legítima y le pide verificar información como sus contraseñas, números de cuenta y otros datos personales.
- No des tus datos personales accidentalmente. Si vas a deshacerte de tu ordenador, asegúrate de borrar toda tu información personal primero. Así, nadie podrá hacerse pasar por ti o los tuyos.
- Nunca respondas a correos electrónicos no deseados.
- Presta atención por si alguien mira por encima de tu hombro mientras realizas transacciones.
- Cambia la configuración de tus tarjetas de crédito para que necesites el PIN en cualquier transacción.
- Coloca tu cartera y tu billetera en un lugar seguro.
- Deja en casa la tarjeta de la seguridad social y las tarjetas de crédito que no necesites.
- Destruye cualquier documento que tenga tu información personal escrita. No tires tus facturas viejas y otros documentos similares en la basura.
- Asegúrate de triturar las ofertas de crédito pre aprobadas que te lleguen (por ejemplo, si te envían tarjeta de crédito).
- Protege tu correo postal.
- Protege tus facturas de teléfono. En ellas normalmente aparecen todos los datos personales (nombre, NIF, dirección, teléfonos, banco, terminación de cuenta bancaria). Ten en cuenta que con estos datos alguna persona podría solicitar alta de una nueva línea telefónica y conseguir terminales móviles a tu nombre.
Intenta aplicar siempre estos consejos pensando en el precio o valor de tus datos personales y evita, así, cualquier tipo de suplantación de identidad y daños derivados de la misma.
¿Y a ti? ¿Te han suplantado alguna vez la identidad?
Si necesitas asesoramiento en protección de datos contacta con nosotros.
Laura Carrillo, Auditora LOPD de tugesto