El descontento en el ámbito laboral parece ser una tónica bastante habitual. Estrés, jefes que no son líderes o síndrome de burnout son algunos de los ejemplos más comunes. Trabajar en un sitio que no te hace feliz se convierte en una auténtica pesadilla, ya que invertimos alrededor de 8 horas en la empresa. Por lo tanto, debemos tratar de hallar el trabajo que más nos apasione para que nuestro bienestar físico y emocional esté garantizado.
Para todas las personas que sientan que ningún trabajo puede apasionarles, en este artículo explicamos qué es el método IKIGAI.
¿Qué significa el método IKIGAI?
Cuando hablamos de IKIGAI, nos referimos a nuestra existencia, razón de ser y pasión en la vida. Surge de la cultura milenaria para desarrollar un método que posibilite descubrir a cada persona cuál es el espacio que apasiona para dedicarle el tiempo de trabajo.
Encontrar el sentido a nuestro desarrollo personal es fácil si se sabe cómo funciona el método IKIGAI. Se trata de una innovadora filosofía que poco a poco está revolucionando el mundo, así como los entornos laborales.
Para ahondar en el IKIGAI, debemos indagar en los secretos de Japón. Según los nipones, es el objetivo vital de cada persona, un método con el que aprendemos del pasado y proyectamos nuestro futuro.
Para encontrar nuestro IKIGAI, debemos hacer un trabajo de introspección en los cuatro pilares que sujetan nuestra vida: lo que nos apetece hacer, lo que se nos da bien, lo que podemos hacer y por lo que nos pagan y, por último, lo que podemos aportar para beneficiar al mundo.
¿De qué manera podemos extrapolar el método IKIGAI al terreno laboral?
Una vez conocemos qué es el método IKIGAI, es el momento de encender los faros que iluminen nuestra vida presente, concretamente en el ámbito laboral y en tugesto os explicamos todos los detalles. El método IKIGAI en el ámbito laboral significa encontrar un trabajo gratificante en el día a día. Consiste en haber elegido uno con el que sintamos que tiene sentido para nosotros. Una cosa está clara: todos tenemos un IKIGAI y solo tenemos que encontrarlo.
Lo primero será hacer un listado con todo lo que nos da alegría en el día a día. En este caso no debemos ponernos limitaciones, sino que hay que escribir todo lo que pase por nuestra cabeza que cumpla con este requisito.
La segunda acción será escribir cuáles son los talentos de cada persona para vivirlo con lucidez y plenitud. Aquí podemos destacar la cocina, la música, la literatura o bien, cualidades innatas como la paciencia o la empatía.
Lo tercero es pensar en qué podría generarnos ingresos. En este punto, debe analizarse cuáles son las habilidades profesionales de cada uno para saber por cuáles de ellas podrían pagarnos. Se convierte en uno de los puntos más destacados que nos permitirá encauzarnos hacia una vida larga y feliz.
Por último, es importante destacar qué es lo que el mundo necesita y para ello, debemos hacer concordar nuestro propósito con el que demanda el entorno para hacerlo realidad. Lo más gratificante es la situación que une estos cuatro caminos donde se aseguran la pasión, misión, profesión y vocación.
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Apasionado del marketing, la comunicación y la empresa
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