Vivimos tiempos difíciles y muchos padres empresarios ven con buenos ojos que sus hijos hereden el negocio familiar para que vayan consolidándose una carrera empresarial como garantía de futuro.
Lo cierto es que puede ser una buena oportunidad laboral, pero hay que tomar precauciones a la hora de elegir el momento adecuado, además de estudiar el cómo llevar a cabo este proceso de la forma más responsable para que todos salgan ilesos, empresa y familia.
Aunque no siempre es recomendable que tomen las riendas de la empresa los propios hijos (bien por falta de responsabilidad, formación o madurez) la realidad es que el último barómetro de la empresa familiar en España de KPMG (prestigiosa firma española) detalla que el 84% de los empresarios piensa mantener el control de su firma en el seno familiar, y solo el 21% ha considerado o se ha planteado delegar funciones en un director general ajeno a su núcleo consanguíneo.
Consejos para un correcto traspaso de negocio
Si quieres asegurar el negocio familiar, aquí os planteamos unas pautas a tener en cuenta para que el momento del traspaso no se convierta en un despropósito:
Protocolo de actuación
En primer lugar, hay que fijar un protocolo de actuación. Este protocolo no es una guía que te marque unos determinados pasos. Es más bien reflexionar, con años de antelación, una serie de cuestiones muy básicas.
Supervisar quién puede y quién debe dirigir la empresa, la formación específica o elegir que se haga de manera paulatina. Hay que tener muy claro quién es el candidato ideal para el puesto y actuar en consecuencia.
Formación
Hay que aleccionar a los hijos en la importancia de la formación. Tienen que entender que la dirección de una empresa no es un regalo sino más bien una responsabilidad para la que hay que estar preparados.
Educar a los hijos en la cultura del esfuerzo es vital, además de que la formación adquirida debe ir en consonancia con el cargo que desempeñarán en un futuro.
Experiencia
Hoy en día, aunque es complicado por la situación del mercado laboral, se valora mucho la experiencia. Por lo tanto, lo mejor es que los hijos hayan ocupado con anterioridad otros puestos de trabajo para saber valorar un puesto directivo llegado el momento.
Es bueno que conozcan la forma de trabajo de otras empresas y que comprendan lo que significa empezar desde la base. Así se generan directivos más resolutivos y empáticos con los futuros empleados.
Promoción interna
4 Si es imposible que tus hijos puedan adquirir experiencias reales como empleados en sitios distintos, pueden empezar en la propia empresa familiar ocupando un cargo de rango inferior y sin capacidad de mando.
Vocación
Importante tener vocación. Si tus hijos sienten animadversión por el negocio familiar nunca debes obligarlos a relevarte en el puesto, a largo plazo afectará de forma muy negativa al futuro de la empresa.
Además de una buena formación y dotes de liderazgo, los futuros directores deberán saber gestionar la empresa ya sea una panadería o una gran firma. Es trascendental conocer de primera mano cómo funciona la empresa a nivel interno. Uno de los principales problemas que se encuentran las empresas familiares es que no saben cómo abordar la gestión.
Si se acerca el momento, y ves que, inevitablemente, tus hijos van a ocupar tu puesto y no están preparados para ello, siempre puedes contratar personal externo que se encargue de la gestión, algo que no afecta a la propiedad del negocio y te facilitaría la gestión diaria.
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