La formación bonificada para empresas es una herramienta excelente que permite a las empresas mejorar las competencias profesionales de sus empleados a través de cursos de formación sin que esto suponga ningún coste adicional para la organización. Este sistema, también conocido como formación subvencionada, está financiado a través del crédito formativo disponible para cada empresa, el cual puede ser gestionado de manera sencilla a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), anteriormente conocida como la Fundación Tripartita. Vamos a conocer a continuación todo sobre la formación bonificada, desde cómo funciona, requisitos, ejemplos y más. ¡Toma nota!
¿Qué es la formación bonificada?
La formación bonificada es un programa impulsado por el Estado que permite a las empresas españolas formar a sus trabajadores por cuenta ajena sin que suponga ningún coste adicional. A través de este sistema de formación profesional, las compañías pueden acceder a cursos de formación bonificada y formación subvencionada para mejorar las competencias profesionales de su plantilla.
Las empresas pueden utilizar los fondos que generan mediante sus cotizaciones a la Seguridad Social para formar a su plantilla y adquirir nuevas habilidades que aumenten su productividad y competitividad.
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Formación bonificada: cómo funciona realmente
El funcionamiento de la formación bonificada se basa en un sistema de créditos formativos que las empresas obtienen anualmente. Estos créditos se pueden utilizar para financiar diferentes acciones formativas, desde cursos online hasta formación presencial. Una vez finalizada la actividad formativa, las empresas deben comunicar la finalización del curso a la fundación tripartita para que se proceda a la bonificación de los costes.
La cuantía del crédito depende del número de empleados y del tamaño de la empresa. Este crédito cubre un porcentaje del coste de la formación, y en muchos casos, dependiendo del tamaño de la empresa, puede cubrir la totalidad, es decir, no supone ningún coste para la empresa.
Pasos del proceso básico para acceder a este tipo de formación
El proceso básico para acceder a la formación bonificada incluye los siguientes pasos:
- Identificación de las necesidades formativas de los trabajadores
- Selección de la actividad formativa adecuada
- Inscripción de los empleados que estén dados de alta en la Seguridad Social
- Comunicación a la Fundación Estatal de la intención de realizar el curso
- Impartición del curso
- Comunicar la finalización del curso a las autoridades competentes
Una vez finalizado el proceso, la empresa podrá deducir el importe correspondiente a través de los seguros sociales.
Cómo se calculan las bonificaciones
Este es el importe de la bonificación, dependiendo del número de trabajadores de la empresa:
- Empresas de 1 a 5 trabajadores: Crédito mínimo de 420 euros
- Empresas de 6 a 9 trabajadores: Bonificación del 100%
- Empresas de 10 a 49 trabajadores: Bonificación del 75%
- Empresas de 50 a 249 trabajadores: Bonificación del 60%
- Empresas de más de 250 trabajadores: Bonificación del 50%
¿Cuáles son los requisitos para las empresas?
Como todo, es necesario cumplir con una serie de requisitos como:
- Estar al corriente de pagos con la Seguridad Social.
- Contar con trabajadores por cuenta ajena que estén dados de alta.
- Cumplir con la normativa en cuanto a la actividad formativa que se desee realizar.
- Comunicar el inicio y la finalización de las acciones formativas a la fundación tripartita.
Beneficios que aporta la formación bonificada para empresas
Desde luego, formar a los empleados a través de este tipo de formación es una de las mejores formas de mejorar sus habilidades y conocimientos. Entre los principales beneficios de este sistema se encuentran la mejora de la competitividad, el aumento de la motivación, el crecimiento profesional de los trabajadores y su actualización constante, así como la reducción de costes para las empresas.
2 ejemplos
A continuación, dos ejemplos para ver de forma clara en qué consiste todo lo anterior:
Uno de ellos podría ser un curso de idiomas para los empleados de una empresa que quiere expandirse a nuevos mercados. Al formar a sus trabajadores en un nuevo idioma, la empresa estaría mejorando sus competencias profesionales y facilitando su adaptación a nuevos retos.
Otro de ellos podría ser el de una empresa de 20 empleados que decide realizar un curso sobre nuevas técnicas de gestión de recursos humanos para su departamento. La empresa selecciona una entidad formativa acreditada, inscribe a los trabajadores interesados, y gestiona el crédito de formación disponible. Una vez finalizado el curso y comunicada la finalización, la empresa podrá deducir el coste a través de sus cotizaciones.