Remanente: definición y ejemplos para empresas

En contabilidad hay muchas palabras que solemos oír con frecuencia pero que no acabamos de entender. El remanente quizá sea una de ellas. Si quieres dar un paso más y descubrir los entresijos del término, te explicamos a continuación qué es el remanente, definición y ejemplos tanto si eres empresario o autónomo.

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Remanente: definición y ejemplos

Si nos basamos en una definición tradicional, el remanente corresponde a aquello que sobra después de cerrar un año fiscal. Podemos hablar de:

• • Remanentes de producción

• • Remanentes de contabilidad

Remanentes de producción

Nos referiríamos a la producción sobrante.

Por ejemplo: Un carpintero fabrica veinte puertas. Tras pasar un tiempo, sólo ha conseguido vender dieciséis. Las cuatro puertas restantes, que no ha vendido, son el remante de producción.

¿Se entiende por ahora mejor el concepto de remanente?

Remanentes de contabilidad

Te lo contamos mediante un claro ejemplo:

Una empresa cierra su año fiscal y se encuentra con 6.500 euros de beneficios. De estos 6.500 euros tiene que reservar 650 en concepto de reserva legal (de forma obligatoria, las sociedades anónimas y limitadas deben distribuir el resultado del ejercicio, de esta distribución un 10%  de los beneficios deberá aportarse a la cuenta de Reserva Legal, esta cuenta tendrá como máximo el 20% del capital social).

Aparte de esta partida en la distribución, la empresa tendrá que hacer frente a otras posibles medidas de distribución. Estas vendrán determinadas por los Estatutos de la sociedad, de normal el resultado excedente de todo lo anterior se lleva contra “Reserva Voluntarias” con la finalidad de reinvertirlo en la Sociedad.

Si llegada la Junta General Ordinaria, en la que se decide la distribución de los Resultados, se dejara una cantidad sin repartir, esta se tendría que llevar a la Cuenta “Remanente”, por lo que el remanente se puede definir como la parte del resultado que no se ha acordado la distribución por la Junta General.

El remanente de tesorería

Las administraciones públicas también tienen remanente, pero lo llaman remanente de tesorería. Este indicará, tras el cierre fiscal de cada año, la solvencia del consistorio o del tipo de administración que se trate.

Normalmente, este remanente se emplea para dos cosas: pagar deudas o invertir.

Para calcular el remanente de tesorería hay que conocer los fondos líquidos (dinero en caja y en bancos).

En segundo lugar, sumarle los cobros pendientes. De esta forma, deberíamos calcular la siguiente fórmula:

(Fondos líquidos + cobros pendientes) – pagos pendientes = remanente de tesorería

Cuando el resultado es positivo se puede invertir, si es negativo debería recuperarse durante el ejercicio siguiente.

Los beneficios del autónomo

Todo el beneficio que gana un autónomo corresponde a su sueldo. El único remanente que puede tener es el de producción.

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