Con este post queremos hacerle la vida más fácil a nuestros lectores en la medida de lo posible. Por este motivo vamos a tratar un tema que creemos preocupa a muchos comerciantes: ¿cómo puedo reconocer a un deudor intencional?
A continuación os damos algunos consejos para detectar este tipo de deudores con mayor facilidad. Toma nota de ellos para evitar futuros impagos.
Qué hacer ante un deudor intencional
Cuando uno establece relaciones comerciales con otra persona, y hay dinero por medio, es normal mantener temor e inquietud sobre el otro.
Si además esa persona no te inspira confianza, y crees que puede deberte dinero en un futuro, te sugerimos realizarte las siguientes preguntas:
- ¿La persona quiere pagar?
- ¿La persona no puede pagar?
- ¿La persona no sabe que tiene que pagar?
- ¿La persona está actuando de buena fe?
- ¿Tiene una razón objetiva para no pagar?
Para encuadrar a un deudor intencional solo tenemos que responder a estas preguntas de manera negativa.
Cómo reconocer a un deudor intencional
Los deudores intencionales son aquellos que, aún teniendo liquidez para hacer frente a la deuda que se les reclama, no tienen intención de saldarla. ¿Por qué?
Porque solo intentan sacar el máximo beneficio de sus relaciones comerciales, aunque sea a costa de infringir las leyes y de actuar de mala fe en perjuicio de los demás comerciantes.
Por regla general, este tipo de deudores te intentarán dar pena justificando el impago de sus deudas por motivos personales de cualquier índole.
Te minarán la paciencia poniendo excusas de lo más variopintas cada vez que nos dirijamos a reclamarles el impago.
Por ejemplo te dirán que «han tenido que llevar el coche al taller y este mes no les viene bien abonarnos las cantidades debidas«.
Otra de las actitudes que pueden tomar será la de intentar responsabilizar al acreedor de su situación de deudor. Pueden alegar, por ejemplo haber recibido la factura que se reclama incompleta o errónea.
También es habitual aludir al banco como el único culpable de que no hayas recibido todavía las cantidades adeudadas, puesto que existe una probabilidad muy alta de que sea este último quien se esté retrasando en el pago por problemas de gestión interna. Si aún así ninguna excusa funciona, intentará ganar tiempo.
Recordemos que su intención principal es no hacer frente al pago y afirmará haber puesto a disposición del acreedor la cantidad reclamada, que no entiende por qué se le sigue reclamando la deuda y que hará todo lo posible por averiguar qué está sucediendo.
Así, consigue dejarnos en una situación de incertidumbre y nos hace dudar de si efectivamente nos está diciendo la verdad y ha procedido al pago de la deuda.
Es muy importante que no nos dejemos influenciar por estas estrategias para desviar nuestra atención de lo que realmente cuenta, es decir, estamos en nuestro derecho de recuperar las cantidades adeudadas.
Los deudores que actúan de mala fe si terminan pagando, lo suelen hacer tarde y mal, y solo si resultan obligados a ello. Por ejemplo después de haber conseguido una sentencia de condena.
El consejo que os damos desde tugesto en este post es que cuando nos encontremos en presencia de un deudor intencional, la rapidez en el llevar a cabo las actuaciones correspondientes para la reclamación de la deuda es un requisito indispensable.
Podemos reclamar de manera extrajudicial la deuda apenas tengamos constancia de ella, enviando mediante carta certificada o burofax un requerimiento de pago.
Es aconsejable, por no decir imprescindible, indicar el plazo del que dotamos al deudor para que proceda al pago de la deuda. Normalmente serán 10 días naturales a contar desde el día de recepción de la carta.
Si en ese periodo de tiempo el deudor no ingresa la cantidad adeudada en nuestra cuenta corriente (que será lo más probable) deberemos proceder a requerir el pago de manera judicial.
El cauce judicial adecuado para reclamar un impago es el procedimiento monitorio.
Con las pistas que te acabamos de dar, ya tienes algunos datos para tratar de identificar de una forma más fácil a un deudor intencional.
Aun así, siguiendo estas reglas es probable que se te pueda escapar algún detalle, pero en cualquier caso te resultará mucho más sencillo lograrlo.
Si pese a estas recomendaciones terminas obteniendo un importe impagado, siempre puedes contactar con nuestros abogados especialistas en impagos. Aquí te daremos la mejor solución posible a tu caso concreto.