Derecho de oposición en la LOPD

El derecho de oposición en LOPD se encuentra dentro de los denominados como derechos ARCO. Estas siglas se refieren concretamente a los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición. Es la vía que los ciudadanos tienen para garantizar el control sobre sus datos personales.

A continuación os detallamos en qué consiste el derecho de oposición y cuál es el procedimiento que se debe seguir para ejercitarlo, si fuera necesario.

¿Qué es el derecho de oposición?

El derecho de oposición consiste en una acción que el interesado puede ejercitar para defender su privacidad.

Está recogido en la Ley Orgánica de Protección de Datos y permite a los ciudadanos controlar por sí mismos el uso que se hace de sus datos personales.

Más concretamente da derecho al interesado a oponerse a que no se realice un tratamiento de sus datos. En el caso de que el tratamiento se hubiese iniciado, por no ser necesario el consentimiento del interesado, el derecho de oposición permite solicitar el cese de dicho tratamiento.

Se trata de un derecho llamado personalísimo, es decir, que solo se puede ejercer por la persona interesada.

El afectado que opte por recurrir al ejercicio de este derecho debe acreditar un motivo legítimo y fundado para que se cese en el tratamiento de sus datos. El motivo puede referirse a una situación personal concreta que quede justificada. Ésta será válida siempre que no exista una ley que establézcalo contrario.

¿A quién debe dirigirse el derecho de oposición en la LOPD?

El interesado debe solicitar el cese, o no tratamiento, de sus datos personales mediante escrito a la persona que sea responsable del tratamiento.

En la solicitud deben incluirse los motivos fundados y legítimos que justifican tal requerimiento por parte del afectado.

Respuesta de responsable del fichero o tratamiento

Una vez recibida la solicitud, el responsable del fichero o tratamiento de los datos en cuestión debe responder a solicitante. El responsable dispone de un plazo máximo de 10 días para contestar tanto si va a acceder a la solicitud como si se va a negar.

En el caso de acceder a la solicitud del interesado el responsable debe excluir del tratamiento los datos relativos al afectado. Por el contrario, si la respuesta es negativa, se debe motivar fundadamente la misma explicando el porqué de tal resolución.

Puede ocurrir que trascurra el plazo de diez días, que acabamos de mencionar, sin que el afectado reciba respuesta por parte del titular del tratamiento. En este sentido, se puede dar el caso también de que la respuesta sea negativa.

En los dos supuestos anteriores el interesado puede interponer una reclamación de tutela ante la Agencia Española de Protección de datos.

Junto con el escrito de reclamación de tutela ante la AEPD, se deben incluir los documentos que acrediten la solicitud del derecho de oposición, por parte del afectado, ante la entidad titular del tratamiento.

Esto es así  porque el derecho de oposición debe solicitarse siempre en primer lugar ante la empresa responsable del tratamiento de los datos en cuestión.

Después, si el mencionado intento resultase fallido, el afectado tiene la opción de ejercitar este derecho ante la Agencia Española de Protección de Datos. La AEPD es, por tanto, siempre la última opción.

Como hemos comentado al inicio de este post el derecho de oposición es uno de los contenidos en los denominados derechos ARCO. Además de éste, aquí también se incluyen el derecho de acceso, el derecho de rectificación y el de cancelación.

Todos ellos vienen a tener la misma finalidad que es la defensa de la privacidad del interesado.

El derecho de acceso

A través de su ejercicio el ciudadano puede obtener gratuitamente información sobre el uso que se está haciendo de sus datos personales. En definitiva, le permite conocer si se está realizando un tratamiento de dichos datos y, en su caso, cuál es la finalidad del mismo.

El afectado también puede requerir mediante este derecho que se le informe sobre el origen de los datos en cuestión. Así como las comunicaciones realizadas sobre ellos o previstas para los mismos.

Al igual que el anterior, el ejercicio de este derecho es personalísimo y por ello solo la persona interesada puede hacer uso del mismo.

El procedimiento es muy similar al del derecho de oposición. La solicitud debe dirigirse a la empresa u organismo público a la que se sabe o sospecha que tiene sus datos.

El derecho de rectificación

El ejercicio de este derecho permite al ciudadano corregir errores y modificar aquellos datos que considere que son incorrectos. En definitiva, permite garantizar la veracidad de la información que este siendo objeto de tratamiento por una empresa.

Como ocurre con los casos anteriores el derecho se debe ejercer únicamente por la persona interesada en dichos datos. Para ello debe dirigir el escrito al la entidad u organismo de la que conoce que se que tiene en su poder sus datos personales.

La AEPD facilita en su página web un modelo de escrito para realizar la solicitud dirigida a la empresa responsable del fichero o tratamiento.

El derecho de cancelación

Por último queremos referirnos al derecho de cancelación, a través del cual el interesado puede requerir la eliminación de sus datos personales del fichero o tratamiento que se les este dando.

Para motivar tal solicitud es necesario que los mencionados datos resulten inadecuados o excesivos.

La persona interesada, y solo ella, puede ejercitar este derecho, al igual que hemos comentado en los dos supuestos anteriores.

Si dicha solicitud es admitida y se efectúa la cancelación de los datos, está da lugar al bloqueo de los mismos. Sólo se conservarán a disposición de las administraciones públicas, jueces y tribunales.

Ésta conservación se realiza por las posibles responsabilidades que hubieran nacido del tratamiento de dichos datos. Una vez haya transcurrido el plazo de prescripción previsto para estos casos se procede a su cancelación definitiva.

Cabe destacar que todos los derechos de los que hemos hablado en este post se pueden ejercitar en última instancia ante la Agencia Española de Protección de Datos.

Ésta será siempre la última opción, por lo que el afectado debe utilizarla sólo si no consigue su propósito dirigiéndose a la empresa este utilizando sus datos personales.

En la era tecnológica en la que actualmente nos encontramos hay que considerar de suma importancia la existencia de derechos como es el de oposición y los restantes derechos ARCO.

A través de Internet los usuarios autorizan a empresas contenidas en páginas web, en muchas ocasiones, sin ser conscientes de tal autorización. Después las mencionadas empresas incluso ceden los datos personales que han recopilado.

Frente a estos abusos siempre se pueden ejercitar los derechos tales como el de oposición. Esto nos permite controlar donde van parar nuestros datos.

Aunque la enorme amplitud de Internet es tan enorme que en algunos casos, incluso, es difícil conocer a quién autorizamos para el uso de nuestros datos personales.

Por todo ello es conveniente estar alerta cuando se accede a una página web y confirmamos una autorización,  o cuando se envía un currículum.

La cancelación de dichos datos sólo depende de los interesados y por tanto son ellos quienes deben solicitar cualquier modificación o eliminación que se pretenda lograr que se haga con los mismos.

En este sentido, te recordamos que en tugesto somos especialistas en la protección de datos para tu empresa. Te asesoraremos sobre los pasos a seguir para que en ningún caso se incumpla la legalidad vigente en este ámbito.