En un mercado cada vez más competitivo, a veces nos sentimos perdidos y desanimados porque no conseguimos estar a la altura.
Párate a pensar y sigue unos cuantos consejos que te ofrecemos hoy para que reflexiones durante el fin de semana y pongas en práctica a partir del lunes.
Rendirás más y, si no consigues ser el mejor, al menos estarás en el camino correcto para alcanzar el éxito empresarial.
Desayuna a lo grande, te ayudará a pensar con claridad
Es importante desayunar bien para que nuestro cuerpo no consuma las reservas energéticas que tenemos acumuladas. Si por las prisas o, simplemente por desgana, no realizamos esta importante comida estaremos alterando el funcionamiento normal de nuestro organismo.
No desayunar o desayunar mal provoca que estemos decaídos, falta de concentración y mal humor. Desayuna bien y verás como el azúcar que llega a tu cerebro te hace sentir mejor y canalizar tus objetivos.
Haz ejercicio, te mantendrá en forma física y mentalmente
La vida es una carrera de fondo, si quieres alcanzar el éxito tienes que esforzarte y entrenar duro cada día.
Hay una relación directa entre hacer deporte y ser empresario. Ejercitarte y hacer deporte por lo menos 45 minutos al día te ayudará a despejar la mente.
Duerme un mínimo de 8 horas
Si no es posible, al menos, las horas de descanso que seas reparadoras. Es importante tener energía para afrontar el día. A veces, más que la cantidad de horas lo importante es dormir bien.
Si sobrecargamos nuestro cerebro y no le damos tregua nos puede afectar en nuestra productividad, y lo que es peor, en nuestro estado de ánimo. El dormir poco afecta a nuestra mente y puede causarnos estrés, depresión y ansiedad. ¡Di basta a perder el tiempo y a descansar mal!
Sé disciplinado
Es importantísimo ser disciplinado, si ya lo es en la vida en general, imagínate si eres empresario. Generarse una rutina de trabajo es necesario para no acumular tensión y agobios.
Dejarse llevar por malos hábitos como la pereza, la vaguería, el dejarlo todo para última hora…no te ayudará a conseguir tus metas.
Adáptate a los cambios
A casi nadie le gustan los cambios, somos humanos y nos da miedo lo que pueda pasar, sobre todo, tiene mucha culpa esa frase tan repetida que dice «más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer», pero esto no es así del todo.
Un buen empresario debe saber adaptarse a los cambios y ser flexible. El mundo en el que vivimos es cambiante, se transforma, hay modas, tendencias…así que para triunfar debes estar siempre preparado, en la medida de lo posible, y así nada te pillará por sorpresa en el plano profesional.
Da y recibirás
En un mundo tan competitivo donde priman los valores del egoísmo, quedar primero o avasallar a los compañeros debes saber diferenciarte por ayudar al prójimo.
Nuevas técnicas como el networking, el crowdfunding o colaboraciones entre empresas o organizaciones no gubernamentales pueden aportarte mucho más que cualquier otra estrategia.
Fracasa y vuelve a levantarte
Napoleón Bonaparte decía que «el triunfo no está en vencer siempre, sino en nunca desanimarse». Cuando eres empresario debes ser consciente de que las cosas no siempre van a ir bien, muchas veces, se toman decisiones equivocadas pero, lo importante es no desfallecer y no tener miedo a meter la pata.
Piensa que ser empresario no es sólo un cargo del que presumir sino una tarea ardua que te pone en el punto de mira para bien y para mal.
Imprégnate de optimismo
Ser optimista es clave para hacer crecer tu negocio, como decía Winston Churchill «un optimista ve oportunidades en toda calamidad. Un pesimista, ve calamidades en toda oportunidad.»
No dejes de lado la ética
La ética corporativa se puede convertir en una fuente de ingresos. La buena reputación, el buen rollo en la oficina o la voluntad de hacer bien las cosas favorece la interacción con los clientes, el personal y beneficia a la sociedad.
Ese complemento puede ser lo que te diferencie de tu competencia.
Confía en ti mismo
Si tú no lo haces, ¿quién lo hará? Ya estás preparado, debes seguir formándote y estar al día, pero lo difícil ya lo has empezado. Confía en ti mismo, en tu capacidad de trabajo y escucha a la gente, a tu empresa.
Asume riesgos, toma decisiones y disfruta con lo que haces. La pasión es la clave del éxito.
Autor
-
Apasionado del marketing, la comunicación y la empresa
Ver todas las entradas Marketing y comunicación