Abril es un mes que destaca por múltiples elementos: florece la primavera, alargan los días, mejoran las condiciones meteorológicas y también son días de vacaciones y descanso por la llegada de la Pascua. Si bien julio y agosto son meses de hacer viajes, esta temporada también es perfecta para hacer planes de este tipo. De ahí la importancia de conocer cómo desconectar del trabajo en vacaciones gracias a este decálogo.
Generalmente, suelen realizarse distintas escapadas en solitario, familia o con amigos, para desconectar de forma efectiva y volver con las energías renovadas. Estos días son para descansar, pero también para disfrutar.
Saber cómo desconectar del trabajo en vacaciones nos ayudará a recobrar energía física y mental
A pesar de que parece sencillo decirlo, no todo el mundo puede desconectar ni adaptarse a un ritmo de vida más pausado. Una vez se ha gestionado en el portal del empleado la solicitud de las vacaciones y nos las han aprobado, es el momento de olvidarse de todo lo que guarda relación con la oficina por unos días.
Hay un lema que todo trabajador debe repetir en su mente: “Un empleado que desconecta en vacaciones del trabajo no es peor profesional”. Desconectar es necesario, no solo a nivel mental, sino también físico. Nuestro cuerpo lo agradecerá y notaremos cómo mejora nuestro humor.
10 consejos para desconectar efectivamente de las vacaciones
En tugesto queremos contribuir a que disfrutéis de las vacaciones, por lo que os dejamos unos tips útiles para lograrlo.
Solucionar todas las tareas laborales antes de marchar de vacaciones
No es fácil, principalmente por el estrés que genera, pero hay que pensar que siempre será mejor irse de vacaciones con la tranquilidad de haber cumplido con todas las tareas. Es importante delegar y apoyarse en los compañeros, para conseguir sacar el trabajo adelante. Si ellos nos han ayudado en un momento dado, apuntaremos hacer lo propio próximamente con ellos.
Es muy útil redactar una ckecklist con todas las tareas a realizar antes de irnos de vacaciones para ir tachando aquellas que hemos realizado. Por tanto, es preferible dejar atados los temas laborales o temas pendientes. A nivel de salud mental, este hecho nos aportará motivación y relajación.
Designar a una persona del equipo para que haga de backup
Que nos vayamos de vacaciones y que nuestro “mundo laboral” se pare, no significa que ocurra igual en la oficina. Durante estos días pueden surgir algunas incidencias, por lo que es importante que un compañero/a asuma este tipo de responsabilidades por si sucediesen. Durante un tiempo, formaremos a esta persona para darle los tips necesarios que sirvan para responder efectivamente.
Desconectar las aplicaciones que guardan relación con el trabajo
Slack, Rocket o el correo electrónico son los elementos que debemos desconectar si queremos hacerlo en vacaciones. Parece una obviedad, pero es esencial dejar el teléfono corporativo en la empresa y no caer en la tentación de “me lo llevo por si acaso”.
Evitaremos espacios que nos recuerden al trabajo
Si estamos teletrabajando y hemos decidido desconectar en casa, procuraremos no permanecer en el espacio donde trabajamos en el hogar. Dedicaremos un tiempo a reordenar el espacio de trabajo para mantener lejos de nuestra visión y mente los materiales de la oficina.
Organización
Un elemento esencial antes de marcharnos de vacaciones es organizarnos las tareas y planes que realizaremos. No es necesario medir al milímetro cada día, pero sí saber cómo aprovecharemos los días libres. Es la mejor forma de desconectar progresivamente del trabajo.
Realizaremos actividades distintas
Al estar de vacaciones, nos apetece llevar a cabo cualquier actividad social que sea distinta. ¿Por qué no aventurarnos a practicar escalada? ¿Ir en kayak? ¿Realizar una ruta? Cualquier opción es válida siempre que nos apetezca, para también mejorar la salud física.
Control de horarios
Estar de vacaciones no es sinónimo de dormir 12 horas diarias, pero tampoco levantarnos a las 6 de la mañana. Tiene que haber un equilibrio, por lo que lo idóneo sería madrugar, pero por aprovechar el día. De esta manera, pensaremos en la vuelta al trabajo y no la vuelta a la rutina. Además, no tendremos problemas de sueño después.
Alimentación flexible, pero sin excesos
En vacaciones, especialmente en Pascua, nos apetece comer distintos dulces. La típica mona o los huesos de santo son algunos ejemplos. No hay que sentirse culpable por ello, porque también es saludable ser menos rígidos con la alimentación, pero todo dentro de un orden. Y sobre todo, debemos abandonar la idea de que lo hacemos por el físico, ya que se hace meramente por salud.
Familia y amigos, la mejor combinación
Este período vacacional es perfectos para estrechar aún más los lazos con nuestra familia y hacer planes con amigos. Las jornadas laborales son muy largas y no nos permiten disfrutar al máximo de los nuestros, pero con las vacaciones cambia radicalmente este panorama.
Los últimos dos días son para reflexionar
No, no es una buena idea coger un vuelo el día de antes y aterrizar 8 horas antes de incorporarnos al trabajo, pero tampoco pensar en posibles retrasos de vuelos o cancelaciones aumentarán el cortisol y generarán un estrés elevado. No es la mejor actitud para volver de las vacaciones. Es preferible tomar el vuelo 1 o 2 días antes para adaptar nuestra mentalidad al regreso. Así, podremos compartir con nuestros compañeros alegrías.
Como podemos observar, las vacaciones son el momento ideal para desconectar y recargar las pilas necesarias para volver al trabajo con más ganas.
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