Hace 100 años, la gestión y administración de las empresas era muy diferente a lo que conocemos actualmente. Para abordar este tema, es necesario hablar de Henri Fayol, ingeniero de formación, quien llevó a cabo su actividad en una época en la que en Europa las industrias empleaban a miles de trabajadores. En ese momento, no había ningún método de dirección para la gestión de los empleados. En este artículo explicamos los 14 principios de gestión de Fayol.
Los 14 principios de gestión de Fayol
Fayol, consideró los 14 principios fundamentales, explicando al detalle cómo se debían organizar los mandos intermedios y la dirección, así como la manera de interactuar con empleados y la toma de decisiones. De hecho, su teoría ha trascendido durante todos estos años para formar parte de los métodos de dirección con mayor innovación.

División del trabajo
Los trabajadores de las empresas cuentan con diferentes habilidades y, en función del nivel de experiencia, se pueden considerar desde especialistas hasta generalistas. La especialización aumenta de forma sensible la eficiencia y productividad de la mano de obra, incrementando la precisión y velocidad en el desarrollo de las funciones. Dicho primer principio se aplica al personal de administración, al técnico y al de gestión.
Autoridad y responsabilidad
Para que cualquier empresa funcione, se debe tener en cuenta la autoridad que el equipo de dirección posee para dar órdenes a los trabajadores. Es importante tener en cuenta que toda autoridad conlleva una responsabilidad.
Disciplina
Fayol comentaba que la disciplina era obediencia y respeto de los valores fundamentales. La buena conducta y relaciones respetuosas son la base sobre la que se sustentaba la relación entre empleados, mandos y dirección.
Unidad de mando
El principio se refiere a la necesidad de que un trabajador reciba órdenes de un solo mando y rinda cuentas de actividades a esta misma persona. Disponer de órdenes de diferentes mandos puede conllevar a una confusión y conflictos. A través de dicho principio, se puede establecer la responsabilidad sobre las órdenes de forma más sencilla y simple.
Unidad de dirección
En este caso, hace referencia a la unidad y al enfoque. Todas las actividades de los trabajadores se enfocan hacia un mismo objetivo, por lo que deben estar detalladas en un plan de acción. La dirección de la empresa es el máximo responsable del plan y tiene que supervisar el progreso de tareas definidas y planificadas.
Subordinación del interés individual al general
En una compañía existen todo tipo de intereses. Es cierto que cada trabajador tiene unos intereses concretos que en ningún caso prevalecerán sobre el interés general de la empresa. El enfoque se dirige hacia los objetivos de la empresa y no a los del individuo.
Remuneración
La motivación y la productividad están relacionadas de forma muy estrecha. La remuneración deberá ser justa y suficiente para que los trabajadores puedan mantener un buen nivel de motivación y tengan sentido de pertenencia en la empresa. Fayol siempre consideró la existencia de dos tipos de remuneración: económica y no económica. La segunda consiste en premiar o reconocer los esfuerzos de los empleados.
Jerarquía
Se establecerá una línea concreta en cuanto a autoridad a lo largo de la jerarquía de la organización, desde niveles altos a bajos. El organigrama de la empresa definirá sin dudas quién es el superior directo de cada nivel y para cada empleado. Así, el trabajador podrá reportar la información a la persona que convenga.

Centralización
La autoridad necesaria para llevar a cabo el proceso de toma de decisiones, deberá estar equilibrada dentro de la empresa, especialmente en las organizaciones extensas. La centralización conlleva a la concentración de la autoridad en la zona jerárquica más elevada, pero en ciertos casos la autoridad deberá descentralizarse debido a la estructura de la empresa.
Para que la organización y su funcionamiento sean óptimos, se mantendrá en todo momento un gran equilibrio en cuanto a la autoridad en todos los niveles jerárquicos.
Orden
Todos los trabajadores deberán disponer de recursos adecuados para trabajar de manera debida. Cada empleado ocupará el puesto que mejor se adapte a sus capacidades y el orden es un factor decisivo en la compañía, tanto a nivel social como físico. Todo ello se resume en que hay que mantener el orden en cuanto a responsabilidades y material, así como contar con un espacio de trabajo que sea seguro, limpio y ordenado.
Equidad
Fayol contaba con la idea de que los empleados tendrán que ser tratados con respeto y amabilidad. Los trabajadores son clave en una empresa y tendrán que estar en el lugar correcto dentro de la organización para aprovechar todo su potencial.
Estabilidad
La elevada rotación de personal puede perjudicar sensiblemente el correcto funcionamiento de la compañía, mientras reduce el sentimiento de seguridad de los trabajadores.

Iniciativa
Fayol incentiva que los empleados tengan la predisposición a desarrollar según qué tareas. Los empleados gozarán de flexibilidad para llevar a cabo procedimientos que sean propios del puesto. El principio, recoge también la tolerancia que los superiores deberán tener ante errores que puedan cometer.
Espíritu de cuerpo
Este último principio recaba el trabajo en equipo, la colaboración, la participación y la unidad entre los trabajadores. El espíritu de cuerpo ayuda al desarrollo de la cultura de la empresa y favorece la confianza entre empleados y el entendimiento.
Como podemos observar, dichos 14 principios se piensan para una correcta administración y dirección de empresas. Son herramientas de gran utilidad que han trascendido a lo largo de los años y han sentado las bases para desarrollar los métodos de dirección actuales. Todas tienen en cuenta el factor humano como motor del buen funcionamiento de la empresa, una idea que se presenta como actual, pero que 100 años atrás fue aplicada y desarrollada por Fayol, estableciendo las bases de los modelos actuales más innovadores.